domingo, 3 de enero de 2016

Seis sospechosos. Vikas Swarup

«Six Suspects» es la segunda novela de Vikas Swarup tras su exitazo con «Q and A», best Seller con la que consiguió un notable éxito tras su adaptación al cine con el nombre de «Slumdog millonaire», Oscar a la mejor película en 2008 nada menos. No llegué a leer «Quiere ser millonario», que es como se conoció en España su primera novela, pero esta segunda tenía muy buena pinta y me pareció una buena elección para volver a la lectura. No me equivoqué…

Sinopsis:

El hijo de un importante ministro de la India, un empresario y playboy llamado Vicki Rai, es asesinado precisamente en la fiesta que da en su casa para celebrar su controvertida absolución de un crimen cometido hace años. Casi todo el mundo tiene motivos más que fundados para desear su muerte. Un periodista de investigación Arun Avdani va destapando las vidas de los seis sospechosos que baraja la policía y sus vinculaciones y motivación para cometer el crimen.

Así nos encontramos con personajes tan distintos entre sí como un funcionario del estado que de vez en cuando se ve poseído por el espíritu de Gandhi, ahí es na…; un norteamericano bastante fricky, que viaja a la india para desposarse con una belleza hindú que conoció por internet; un chorizo especializado en móviles que acaba enamorándose de la hermana de la victima; una preciosa actriz de Bollywood, que ha sido traicionada por su representante y que se encuentra en un delicado problema; el padre de la víctima, que oculta oscuras maquinaciones políticas por las que podría desear la muerte de su propio hijo o un joven aborigen de una perdida tribu en busca de la piedra sagrada que fue robada de la aldea como trofeo arqueológico.

Al final un complejo desenlace que es, a la vez, el desenlace de cada una de las historias que se barajan en esta compleja novela.

La lectura:

Más allá de la formación, de la necesaria capacidad para la narrativa que es necesaria para ejecutar con éxito cualquier relato, si algo me sorprende y me hace admirar a este prácticamente recién llegado al mundo de la narrativa es la naturalidad con la que parece haber estructurado una novela tan extensa y compleja como «Seis sospechosos». Vickas lo consigue saltando sobre la narración -tanto en el tiempo como en el espacio- sin aparente esfuerzo. Viajando de historia a historia para conseguir que parezcas perderte el hilo argumental, y sorprendiéndote al volver al relato en el tiempo justo, sin sobresaltos, bailando sobre el texto... Vikas moldea su relato con pluma firme y segura dejando al paso de la lectura una sensación casi hipnótica que consigue jugando con cada personaje y logrando captar tu atención, seducirte por adicción…

Es un recurso literario muy común que hemos podido observar en numerosos best sellers, tanto actuales como algunos clásicos: Te cuento una historia, no te cuento el final…, empiezo con otra que no pareciera tener nada que ver… no te cuento el final... Vuelvo a la anterior… ahora te dejo intuir algunos vínculos entre ellas, ahora me voy por las ramas… en fin. Todo para mantener el interés, el misterio o, al menos, la curiosidad. Un recurso, como decía, bastante utilizado, pero no por ello menos efectivo. Las dificultades -y a mi modo de ver el mérito- vienen cuando las historias a enlazar no son menos de siete, a cual más elaborada, lo que hace que las conexiones para conseguir un final efectivo, o incluso para cuadrar entre ellas, han debido de exigir una labor de preparación de la novela no menos espectaculares que el resultado.

Si a ello añadimos que el autor es capaz de reflejar algunos de las características más interesantes de la India actual, evidenciando un gran conocimiento de los más oscuros y abyectos aspectos de esa sociedad así como los de una política lamentablemente teñida por la corrupción y el conformismo de su población, aún terriblemente influenciada por su pasado reciente, y que lo hace con una inteligente ironía, con una gran carga humorística que, en ocasiones roza lo absurdo e incluso un «realismo mágico a lo hindú…» pues creo que tenemos un gran libro entre las manos, al menos una obra entretenida, interesante y de gran calidad narrativa, lo suficiente para dar por buenos los casi veinticinco euros de su compra.

Opinión:

Por eso, aunque no es el estilo de novela que suele encandilarme, esa es la verdad, no puedo por menos que recomendar su lectura. A mí me ha gustado, me ha gustado mucho… y creo que es el tipo de libro que es difícil que no consiga seducir a cualquier tipo de lector ya que, a pesar de estar maravillosamente escrito –o quizás por eso mismo- está al alcance de cualquier gusto, ya sea ese lector sesudo y amante de grandes obras literarias, del lector curioso que espera encontrar en sus lecturas nuevas formas de sorprenderse o del lector eventual que solo persigue pasar un buen rato y que espera que un libro le ayude a entretenerse, a olvidar o sencillamente perderse un buen rato entre sus entresijos narrativos.

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