El dolor, la amargura, el desencanto, la frustración; toda una amalgama de sentimientos a los que solo Zweig es capaz de dar vida con sus libros transmitiendo, sin aparente esfuerzo, todo un crisol de emoción al sorprendido, hipnotizado y encantado lector de sus relatos.
domingo, 3 de enero de 2016
Amok. Stefan Zweig
El dolor, la amargura, el desencanto, la frustración; toda una amalgama de sentimientos a los que solo Zweig es capaz de dar vida con sus libros transmitiendo, sin aparente esfuerzo, todo un crisol de emoción al sorprendido, hipnotizado y encantado lector de sus relatos.
La hermana. Sandor Marai.
.../Las paredes estaban revestidas de seda amarilla y sobre la cama colgaba una copia en yeso de un bajorrelieve de Luca della Robbia: un fragmento del coro de niños cantores. Seis chiquillos regordetes, desnudos y envueltos en ligeros velos, me lanzaban risas desde sus cuerpos carnosos y mullidos, que reverdecían con fresca sensualidad y exuberancia explícita, y por sus labios abiertos escapaba una melodía imperceptible, pero a la vez sonora y misteriosa, como si el artista hubiera plasmado el instante del nacimiento de la voz, grabando en una materia sólida el enigmático momento en que la melodía y la armonía abandonan las fibras del cuerpo humano para difundirse por el mundo... Observé la reproducción con interés. Si, así había nacido la Voz: el hombre miró al cielo y dijo algo, inconscientemente, algo que ya no era capaz de expresar con palabras. Contemplé aquel bajorrelieve que representaba el misterio de la armonía musical emergente de cuerpos infantiles y, como si de pronto entendiera la causa de todos los asuntos humanos, una profunda serenidad interior me embargó. Comprendí que el único sentido de mi vida había sido servir a esa sutil armonía, y que ya todo estaba en orden y en su sitio, porque había cumplido mi deber, había servido a la música con fidelidad, voluntariamente nunca había pecado contra la armonía, y con todas las fuerzas del cuerpo y la mente, de la razón y la voluntad, había expresado lo que la música quería transmitir: "Pues entonces todo está bien", pensé, y cerré los ojos como aquel que tras resolver un grave problema o responder a una cuestión crucial, concilia el sueño, agotado. /...
Opinión:
Kim. Rudyard Kipling
La curacion por el espiritu. Stefan Zweig.
Marcas de nacimiento. Nancy Huston.
La lucha contra el demonio. Stefan Zweig
Opinión:
"Querida Friderike, cuando recibas esta carta estaré mucho mejor. En Ossining me viste mejor y más calmado, pero mi depresión ha empeorado, me siento tan mal que ya no puedo concentrarme en mi trabajo. A ello se suma la triste certeza (la única que tenemos) de que esta guerra ha de durar todavía años y de que pasará mucho tiempo antes de poder regresar a nuestra casa. Ciertamente me ha gustado estar en Petrópolis pero echo de menos los libros, que me son indispensables para mi trabajo. En cuanto a la soledad, que inicialmente aportaba un notable apaciguamiento, se ha transformado en un pesar... También la idea que mi obra mayor, el Balzac, no podrá terminarse nunca puesto que no tengo la perspectiva de dos años de trabajo sin interrupciones, y los libros necesarios para la documentación serían difíciles de conseguir. Y finalmente está la guerra, esta guerra que nunca termina, que todavía no ha alcanzado su peor momento. Soy demasiado débil para aguantar todo esto, y la pobre Lotte no lo ha tenido fácil conmigo, sobre todo porque su salud ha empeorado también. Tú tienes a tus hijos y con ello una tarea en la vida; tú tienes intereses varios, una inquebrantable energía. Estoy seguro de que alguna vez vivirás mejores tiempos y comprenderás por qué mi pesimismo me ha impedido aguantar más. Te escribo estás líneas en mis últimas horas. No te puedes imaginar cuán aliviado me siento desde que tomé esta decisión. Dales recuerdos cariñosos a tus hijos de mi parte y no sufras, recuerda siempre cómo he admirado a Joseph Roth o a Rieger que supieron evitar el sufrimiento. Ten coraje, ahora sabes que estoy tranquilo y feliz. Con mi amor y amistad, Stefan"
Castelio contra Calvino. Stefan Zweig
Mi vida como traidora. Zarah Ghahramani.
Momo. Michael Ende
*Metafisica.- Se define como algo que está más allá de lo físico, dedicando su estudio a lo abstracto del Ser y de Dios. Es una parte fundamental de la filosofía que trata el estudio del Ser en cuanto tal y de sus propiedades, principios, causas y fundamentos primeros de existencia. Experimenta una fuerza ligada a la teología. Frecuentemente tratan los mismos temas.
Nocilla experience. Agustin Fernandez Mallo
La lectura:
Opinión:
*La epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos relacionados, de las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido.
Pastoral americana. Philip Roth
Trenes hacia Tokio. Alberto Olmos
"Es pequeña, apenas alza del suelo las dos letras de su nombre. Ai significa: amor. Ya he dicho que es pequeña. La conocí entre otras japonesas, cientos de japonesas, miles de japonesas, todas apiñadas y sonrientes y monocromas. Ai era el destellito de luz, el punto sobre la i de la palabra nipón. Sin senos ni trasero tumefacto, todo su cuerpo era un facistol para su rostro, un andamio para que la cabeza le quedara a metro y medio del piso. Su cara daba por fin sentido a la palabra 8.005 del diccionario: exótico. Exótico ya no era lo que estaba lejos; era lo que tenías más cerca, lo que querías tener próximo. Ai parecía tan japonesa, tan acrisolada de su propia nacionalidad, tan jugo exprimido de una bandera, que a su lado sus compatriotas tenían algo de inmigrantes, de extranjeros, de turistas en otra piel. Llevarse a Ai de paseo era como llevarse a todo un país en el bolsillo. Ella era Japón: detrás de sus ojos rasgados se rasgaba el resto de los ojos nipones, su boca daba fin al tubo infinito de bocas y gargantas y pulmones que hacen un idioma; su piel era la última mano de pintura dada a una raza. Ai: japonesita."
"- También estuve en Grecia. -¿Conoces a Haruki Murakami? -mi cerebro, clic, clic, mi cerebro. -Si. El escritor, ¿no? -¿Has leido Norugei no mori? -No -Pues lo escribió en Grecia, en una isla. Al menos eso dice la introducción de la novela en inglés. -Ideal, ¿no?, la isla, el mar, el cielo azul -Si parece ideal. Hay mucho sexo en sus novelas. Se lo voy diciendo a todas las japonesas que conozco para ver si se animan. -¿Conoces a Ryu Murakami? -No -Pues hay mucho mas sexo en sus libros. Uno muy famoso se titula Ibiza.* -Lo buscaré. Ahora estoy leyendo Kafka on the shore -¿Que tal? -Me encanta. Es muy interesante. -Un amigo mio dice que el mejor escritor japonés es Akutagawa. -Es cojonudo. Gonzalez levanta el tenedor basta casi tocarse la sien -¿Lo conoces? -Claro. Me gusta mucho El biombo del infierno -¿Y conoces a Osamu Dazai? -Si Indigno ser humano* No me gustó -Caramba David, sabes un montón de literatura japonesa! -Bueno, de algo hay que saber. Quiero leer Soy un gato* de Soseki Natsume. En ingles es un tocho así -así equivale a mil doscientas páginas. -¿Seguro? Yo creo que es mas corto. -¿Y como se llama la tía esta tan famosa? Banana nosequé. -Yoshimoto Banana -Esa ¿que tal? -Muy fea. -¿Que tal escribe? -Su libro mas famoso es Kitchen. No se de que va. -Si, lo vi en Kinokuniya. Parecía una gilipollez. Vi otro libro titulado Serpientes y piercings. -Me suena -En la contraportada salía una foto de la autora. Pivón -Si, si: esta muy buena*. -¿Sabes?, hacía mucho que no hablaba de literatura. -Ah."
".../ La chica de las piernas bonitas está a medio metro de mí y se aproxima dándome la espalda. Finalmente su cuerpo se encaja con el mío. Noto sus gluteos, toda esa convexidad, arropando mi sexo, casi devorándolo. La chica sigue hablando tranquilamente con sus amigas.../... La chica sigue hablando con tranquilidad mientras mi sexo explora sus nalgas. En un momento dado se separa de mi. Respiro. Los endurecimientos empiezan a declinar cuando la chica de las piernas bonitas se dobla para coger algo de su bolso, que está en el suelo. Al doblarse me clava el culo en la polla. Durante todo el trayecto la chica no deja de doblarse para coger algo de su bolso. Durante todo el trayecto me clava el culo en la polla y sigue hablando animadamente con sus amigas. Realmente no estoy poniendo todo de mi parte en este estupro; ni siquiera me estoy esforzando. La chica vuelve a agacharse y sus glúteos, tensos como frutas, me abrillantan la bragueta. En la parada de Sano la chica de las piernas bonitas se baja. La sigo con la mirada para ver si vuelve la cabeza y me confirma quién manda dentro del vagón. No lo hace. El tren reanuda su marcha. Si viviera en Tokio no me pasaría esto. Defenderé hasta la muerte la necesidad de vagones solo para mujeres."
*Como curiosidad he de comentar que no he encontrado ningún libro de Ryu Murakami, autor que si existe aunque no tiene nada que ver con Haruki Murakami, con el nombre de Ibiza. Por otro lado el libro al que se hace referencia de Osamu Dazai en realidad se llama Indigno de ser humano, y parece un libro bastante recomendable. También existe un error cuando habla del libro de Natsume Soseki: en realidad la traducción correcta es Yo, el gato. Ah, por último y para curiosos he buscado la foto de la autora del libro Serpientes y piercing, Hitomi Kanehara y si, efectivamente, no se como estará el libro, pero ella está muy buena ooo como se diga....
El abanico de seda. Lisa See
Yo que he servido al rey de Inglaterra. Bohumil Hrabal
El elogio de la sombra. Junichiro Tanizaki
"A decir verdad, he escrito esto porque quería plantear la cuestión de saber si existiría alguna vía, por ejemplo, en la literatura o en las artes, con las que se pudieran compensar los desperfectos. En lo que a mí respecta, me gustaría resucitar, al menos en el ámbito de la literatura, ese universo de sombras que estamos disipando... Me gustaría ampliar el alero de ese edificio llamado "literatura", oscurecer sus paredes, hundir en la sombra lo que resulta demasiado visible y despojar su interior de cualquier adorno superfluo. No pretendo que haya que hacer lo mismo en todas las casas. Pero no estaría mal, creo yo, que quedase aunque sólo fuese una de ese tipo. Y para ver cuál puede ser el resultado, voy a apagar mi lámpara eléctrica."
El geiser infinito. Miguel Angel Mendo
El materialismo histerico. Xavier Velasco
El materialismo histérico viene a ser un conjunto de relatos cortos cuyo denominador común son personajes vencidos a la pasión por lo material; la ambición, la lascivia, el poder... treinta cuentos teñidos de sarcasmo que ponen en evidencia algunos de los peores males de la sociedad capitalista a la que Xavier Velasco dedica una mirada inteligente, historias originales llenas de dobles sentidos y muy reconocibles, por comunes en nuestro tiempo, para el lector.
La lecturaDe vez en cuando uno agradece que caiga entre sus manos uno de esos libros que te permiten dejar de leer cuando quieras y que te permitan encontrar fácilmente el momento para la lectura sin desesperarse por la falta de tiempo para mantener la atención sin interrupciones. Que ese libro, a pesar de que este compuesto de historias muy, muy cortas, sea capaz de sorprenderte página tras página, no es fácil. Yo he agradecido mucho, en este momento de mi vida, su lectura sobre todo porque, a pesar de lo anteriormente expuesto, tengo la sensación de haber exprimido cada instante que he dedicado a El materialismo histérico. Me he divertido, sonreído y, en fin, sacado provecho del trabajo de Xavier Velasco que, desde este momento, pasa a ser un autor del que pienso leer alguna cosa más.
Porque su estilo ácido, irónico es una bocanada de aire fresco que trasciende el argumento, consiguiendo mantener el interés por la historia, a pesar de que esta no sea especialmente original o brillante. No podría convencer a un potencial lector de su libro solo contándole alguna de las fábulas que componen el conjunto, porque estas no parecerían tan interesantes sin degustar el modo en el que se cuentan. Por ejemplo no resulta atrayente, a priori, la historia de un hombre que decide atracar a un vendedor ambulante, indignado por hacerle perder su valioso tiempo, sin haber experimentado al leer el gracejo y el sarcasmo del narrador en cada línea, en cada frase.
Es cierto que reuniendo un conglomerado de cuentos, para editarlos en un solo libro, no se pueden evitar los temidos picos de interés y que, precisamente por lo brillante de alguno de los argumentos, otros parecerían vacuos o desmerecedores del conjunto, pero esta sensación es engañosa. Criticar todo el libro sin tener en cuenta esta premisa -como he tenido oportunidad de leer por ahi- resulta harto injusto con el autor.
OpiniónYo no soy muy amigo de las historias cortas pero, como ya he comentado, a veces es necesario dejar en un segundo plano tu pasión por la lectura para dedicar tu tiempo a cosas, sino mas importantes, si más urgentes o necesarias y un libro como este te permite conciliar ambas cosas. Si además tienes la sensación de que has aprovechado el tiempo dedicado intensamente, pues eso... que me parece una obra muy recomendable.