Sinopsis
Un médico residente cínico, irónico y ciertamente brutal
en vocabulario y comportamiento -encarnado en la figura de Peter Brown- se
encuentra entre la espada y la pared cuando tiene que atender en el hospital
que trabaja a un paciente al que reconoce como Nicholas LoBrutto, mafioso que
descubre su identidad oculta (antiguo matón a sueldo) y que amenaza con
delatarle si no salva su vida. Desde ese momento comienza un descerebrado
periplo por impedir que el enfermo muera en la operación mientras se desencadenan
los acontecimientos que le obligaran a utilizar un sinfín de dudosas
habilidades como asesino peligroso.
Al tiempo, y de forma paralela, a través de Pietro Brnawa,
su auténtica identidad, Peter nos desgrana la historia que le llevó a entrar en
el programa de protección de testigos del FBI, con el consecuente cambio de
identidad que dio pié a la posibilidad de estudiar medicina y -a pesar de sus
intentos por reinsertarse en la sociedad tras una dolorosa experiencia vital-
encontrarse, sin remedio, ante la delicada situación actual. No una, sino dos
historias descarnadas y acidas que rebosan humor negro con tintes policiacos y
una dura crítica al sistema sanitario americano.
La lectura
Sinceramente agradezco sobremanera a la persona que me
hizo llegar este libro su recomendación y regalo (Gracias M.Paz), ya que en
este momento necesitaba una lectura fácil y divertida, cuya mayor virtud fuera
hacerme pasar un buen rato, y este delirante ejercicio de aventura pseudo
policiaca lo consigue con creces. Claro... uno no puede evitar, en cuanto
empieza a leer las primeras páginas, identificar con facilidad los vericuetos
literarios con los que el autor pretende enredarnos para confundir a ese censor
que todos llevamos dentro y hacerle dudar de si estamos leyendo algo realmente
bueno o solo uno más de los insulsos bestsellers a los que últimamente el
mundillo literario nos tiene acostumbrados. Tampoco hace falta un alarde de
imaginación para encarnar al personaje en el archifamoso Doctor House, solo que
tiene que hacerlo figurándoselo con uno noventa de humanidad, mas bien
musculoso y con un sentido del respeto al físico ajeno rollo Rambo, eso es; un
extraño hibrido imposible entre Hugh Laurie y Swarzeneger pero tan atractivo
como el mismo George Clooney... vamos, paaa flipar. Lo que pasa es que, en
cuanto uno decide que va a dejarse seducir en libertad y se sumerge en los
entresijos de la narración inmediatamente queda hipnotizado por su crudeza e
ironía; por su brutalidad y por una inteligentísima forma de estructurar el
relato que te mantiene -con más o menos éxito a lo largo del libro- pegado a
sus páginas.
Los diálogos son delirantes y divertidos, la trama es una
deliciosa locura llena de disparatadas situaciones que se resuelven siempre con
ese carácter violento y sarcástico del protagonista que te deja un regusto de
amargura muy atractivo, sobre todo si te dejas llevar sin esperar grandes
alardes retóricos. Porque puede que Burlando a la parca no sea más que eso:
un ejercicio de sátira en el que el autor utiliza algunos de los clichés del
género de la novela negra americana para, a la vez que entretiene a sus
lectores, dar un repaso al funcionamiento de la sanidad americana sin pararse a
valorar si el exceso de sangre y vísceras o el lenguaje utilizado por sus personajes
puede herir la sensibilidad de paladares más refinados.
Opinión
¡Pufff...! Opinión... para ser sincero uno no puede evitar
pensar lo sencillo que resulta encontrar la complicidad del lector utilizando a
un personaje que, a modo de superhéroe dotado de todas las virtudes que solemos
adolecer el común de los mortales, arremete contra todo aquello que se pone a
su paso, haciendo alarde de una inteligencia que le permite utilizar un
lenguaje ingenioso y lenguaraz, una fuerza y habilidad para hacer daño con
exagerada precisión y una capacidad de seducción para con el género femenino
desde luego envidiable... Una especie de superajente 007, de gran erudición,
pero con bata de cirujano y alma de matón de barrio. Desde luego todo esto no
induce a la credibilidad, claro... Por otro lado, como ya he comentado, el
relato resulta divertido y, a ratos, emocionante por lo que yo creo que, si
tienes ganas de gastar parte de tu tiempo en esta lectura no saldrás
decepcionado. Recomendado para todos los públicos siempre que no se sea
demasiado sensible a lo gore, claro.
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